RESPONDER: LA CRISIS ACTUAL

RESPONDER: LA CRISIS ACTUAL

 

Origen Creations: libros y animaciones dedicadas a la educación de los niños. ¿Nada nuevo entonces? No exactamente. Actualmente nos enfrentamos a un imperativo: responder a la crisis moral que está alterando la conciencia de las generaciones jóvenes. Si permitimos que las tendencias culturales actuales sigan erosionando el sentido tradicional de la verdad, del bien y de la belleza, habremos permitido que nuestros hijos se convierten ciegos. Entonces, ante la crisis actual, actuar y, al mismo tiempo, asegurar el futuro: debemos perpetuar los fundamentos naturales de la identidad y el sano desarrollo de la inteligencia de los niños, su moralidad y la delicadeza de su juicio; educar para asegurar la agudeza de la conciencia de nuestros hijos, el ojo interior.

Pero los niños ya no leen y los padres ya no los alientan, ambos absorbidos por las pantallas, si no estúpidos. Entonces ¿por qué libros? ¿Y por qué más tiempo frente a la pantalla a través de la producción de animación?

Origen Creations, hemos encontrado una solución innovadora para la educación de los niños. Por un lado, con nuestras publicaciones, no es simplemente un libro que el niño abre, es una historia que se le revela, lo atrapa: el niño lee, aprende y forma su carácter mientras se sumerge en una historia, un aventura, en forma de cómic, un formato que le permite mantener la atención y el interés a través de una estimulación similar a la que le tienen acostumbrado las pantallas.

Por otro lado, nuestras animaciones, y nuestros cómics, por supuesto, están creados de tal manera que evitan la embrutecimiento y el oscurecimiento de la conciencia que inducen las pantallas y el uso actual de las imágenes. El libro, que ya no es el paradigma cultural actual, promueve el desarrollo y la actualización de la excelencia humana, digamos razón, gracias, entre otras cosas, a la reflexión y meditación que requiere la lectura. Hemos utilizado estas dos cualidades para diseñar nuestros cómics y nuestras animaciones: como en un libro, el niño es llevado a recomponerse y reflexionar, convirtiendo la imagen y la pantalla en causa de inteligencia y de despertar, no de embrutecimiento y adormecimiento.

Logramos este objetivo de dos maneras. En primer lugar, el niño se ve obligado a adoptar una actitud reflexiva y crítica porque debe responder preguntas después de leer el cómic o ver la animación. Por lo tanto, debe mirar hacia atrás sobre lo que ha leído o visto, interrogar, reflexionar, buscar, interrogarse, juzgar, según la naturaleza de las preguntas que se le formulan, no limitarse a leer o mirar pasivamente y dejar un mimetismo inconsciente formado en su persona. Todas nuestras producciones tienen una vocación educativa consciente.

En segundo lugar, creamos nuestras historias, ya sea en forma de cómic o de animación, con una intención específica: llevar al niño a pensar, hacerse preguntas, abrir su conciencia, desarrollar su inteligencia. Por la moraleja que le da el relato, queremos que el niño crezca. Los temas tratados, los símbolos, las imágenes, la estructura de la historia, el carácter de los personajes, la naturaleza de los héroes, en definitiva todo el escenario está diseñado para que el niño desarrolle una mirada más introspectiva y comience a reflexionar, a pensar: el participa en una aventura que tiene sentido, que es verdad. Gracias a las preguntas que estamos haciendo en nuestras publicaciones y animaciones, y gracias a la forma misma en que diseñamos las historias, como lo haría un libro, nuestros relatos desafían al niño, lo transforman, lo hacen crecer, lo imparten una enseñanza.

Pero para responder a la actual crisis moral que arruina la identidad de los niños, esta virtud iniciática del relato debe abrir a un verdadero ideal. Una de las razones de la inversión de la identidad moral es el cambio en los modelos que ofrecemos en la sociedad, en la escuela o en les redes sociales por ejemplo, para que los niños imiten (aunque es necesario haber perdido todo juicio moral para encontrar estos nuevos "modelos" dignos y honorables...) La crisis moral actual es una crisis del simbolismo del héroe: el héroe está en crisis.

Tradicionalmente, el héroe encarnaba un ideal clásico, que de hecho es el único ideal verdadero. El ideal clásico se basa en el conocimiento de la excelencia humana y la lucha por realizarla. El héroe emprende una búsqueda, se propone descubrir y conquistar lo mejor que tiene el hombre, lo que el hombre es exclusivamente suyo propio. Se enfrentará a diversos obstáculos que le dificultarán actualizar el propio del hombre, todo para impedir que esta propio se encarne. El maligno no quiere ver cumplido el ideal, no quiere que el hombre actualice su excelencia: el hombre debe permanecer sumiso a él. Superar estos obstáculos, luchar contra estos monstruos externos, es luchar contra una bestia interna, que quiere seguir gobernando al hombre, que utiliza las pasiones para mantenerlo bajo su yugo, esclavizado. Pocos se dan cuenta de que hoy así es como viven... La crisis moral actual es el resultado de esta bestia que se niega a permitir que los niños se identifiquen con el ideal clásico.

Muchos hoy hablan de un mundo nuevo, de un nuevo orden mundial, de liberación de viejos yugos. Pero en realidad es un mundo muy viejo el que actúa, que busca renacer, la misma vieja Bestia que finalmente cree que puede volver a poner al hombre bajo su poder. Un auténtico yugo. Recordemos que desde la antigua Grecia siempre hemos luchado contra los Titanes. La identidad moral está en crisis, porque los héroes promovidos hoy en realidad ya no tienen nada de heroicos: las pasiones los mandan, la Bestia los domina. El Dragón ha derribado al caballero y le impide volver a levantarse. La cultura actual, las redes sociales por ejemplo, aseguran que este caballero sigue derrotado, porque ya no es el ideal a emular. Es la Bestia la que se eleva como ideal; el Becerro de Oro, como dios. Sin embargo, sólo el caballero está destinado a derrotar al Dragón, la Bestia. La lucha se da sobre todo en el espíritu, donde se produce la identificación con el ideal de imitar, de encarnar. Culturalmente, debemos revivir el ideal clásico, promover héroes que luchen contra el Dragón, la Bestia interior, a través de la educación, a través de historias que esculpan el espíritu, que moldean el carácter. Al luchar contra el Dragón, el caballero lucha por la identidad moral de los niños. Origen Creations, proporcionamos las armas para asegurar la victoria al espíritu en esta batalla interior que nuestros hijos están librando actualmente y, al no estar adecuadamente armados, pierden involuntariamente.

No en vano hablamos de combate, de combate interior. Todo un universo simbólico está siendo atacado desde hace mucho tiempo: nuestra tradición se derrumba, se destruye. Si continuamos así, lo que está en juego ya no será sólo una crisis de identidad moral, será la desaparición de nuestra conciencia del fundamento mismo del bien, de quiénes somos realmente. Pero desde una Fortaleza de Chinon interior, se prepara una ofensiva. La educación, y por extensión la cultura, desempeña un papel crucial: transmite memoria y tradición. Terminamos destruyendo la identidad y todo el universo simbólico a través del cual subsiste, atacando la memoria, el papel de la cultura al enraizarnos en una historia, al no enseñar más a los clásicos, por ejemplo. Esta lucha que se libra desde hace mucho tiempo es una guerra contra el relato en el que nos reconocemos, nuestra verdadera patria, el discurso interior por el que somos. Libros, imágenes, pantallas, animaciones, es esta historia la que deben transmitir y seguir escribiendo, este discurso que deben desarrollar y mantener, esta ofensiva que deben lanzar.

Origen Creations: libros y animaciones dedicadas a la educación de los niños. ¿Nada nuevo dijimos?

 

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